Darwin

Las especies que sobreviven no son las más fuertes, ni las más inteligentes; sino aquellas que se adaptan mejor al cambio.

viernes, 29 de enero de 2016

¿Cómo potenciar el talento de los estudiantes?

Estimados lectores, a raíz de una imagen que me ha servido de inspiración, he pensado en redactar un claro y sencillo artículo en relación al talento y cómo potenciarlo dentro del aula.

Aunque la imagen está relacionada con la retención del talento dentro de la empresa, y el artículo podría haber sido enfocado hacia la retención del talento dentro de los Centros de formación y educativos, me ha parecido más enriquecedor para el profesorado dar una visión de qué es clave en la educación del siglo XXI para desarrollar al máximo las virtudes de los alumnos.

Así que,si sois profesores os puede hacer reflexionar, pero si sois alumnos podéis también utilizarlo para sugerir a vuestros formadores o profesores que tengan estos aspectos en cuenta.



Según la RAE, el talento se define a nivel de aptitud como la capacidad para el desempeño de algo. Nuestros hijos o alumnos poseen numerosos talentos, algunos de ellos la familia, la escuela o el entorno que creemos les permiten desarrollarlos, pero si que es cierto que muchos de los contenidos o metodologías que utilizamos no llegan a motivar a los alumnos por que no surgen del interés de ellos.

Teniendo en cuenta que nuestros alumnos serán trabajadores del mañana y tendrán que poner en práctica los estudiado y aprendido en la escuela hay sencillas acciones que nos ayudan a mantener su interés constante e incluso potenciarlo.Veamos cómo hacerlo.

1- "Pagar bien": Vamos a suponer qué nos percatamos que un grupo de alumnos son buenos, habilidosos y capaces de editar vídeos. Les proponemos hacer un vídeo de unos minutos de duración donde pueden concienciar al resto de estudiantes de los riesgos que tiene el tabaco para la salud. A priori motivante, ¿no?... Pues deja de serlo cuando no tiene ningún valor material. Una cosa es aprovechar los talentos de los alumnos para que sean creativos e innovadores y la otra es no dar valor material a lo que hacen. Bonifica, bonifica, bonifica.He sido claro , ¿no?. Dos opciones: o forma parte de la nota la tarea encomendada o suma puntuación por ser algo extra. Lo que no le damos valor nosotros ellos no se lo acabarán dando. Lo harán una vez, dos o tres , pero a la cuarta se darán cuenta que otros compañeros con menos esfuerzo consiguen mejores resultados. El dinero en los adultos, es en los alumnos una bonificación en forma de calificación que les permita aspirar a una beca, subir la nota para selectividad o ver de forma tácita su trabajo recompensado.

2- Reconocimiento: ya hemos visto en el caso anterior que dar una valoración cuantitativa es necesario pero no es suficiente. Las personas necesitamos sentirnos escuchadas, que nos den "una palmadita en la espalda" , una felicitación pública o un comentario positivo delante de las familias.Abusar de esa cortesía acaba perdiendo valor. Otra forma de reconocer es ofrecerle al alumno por su esfuerzo e interés actividades fuera del aula de las que pueda disfrutar. ejemplo: en la asignatura que imparto de biología siempre que hay algo de interés en la ciudad (concursos, conferencias, exposiciones en museos etc....) lo comento entre los estudiantes más interesados y cuando mi vida personal me lo permite los acompaño y aprovecho para reforzar los lazos profesor-alumno.Son gestos que los alumnos van a acabar  valorando.

3- Ambiente de trabajo: el aula de los alumnos es simbólicamente idéntica a  la oficina de los adultos en la empresa. Lamentablemente, a veces ese aula dura 10 meses y si las condiciones de grupo no son las idóneas no es una alternativa esperar a que los problemas se solucionen por sí mismos. Si el grupo es colaborador y el ambiente es bueno hay poco que hacer pero en caso contrario es mejor dedicar tiempo a establecer alguna dinámica, diseño de clase adecuado, poner a los alumnos  más colaboradores con los menos y buscar formas potenciar la convivencia antes que centrarse en el trabajo y en los contenidos.Cuando el ambiente es parado, potenciar el diálogo rompiendo el hielo , o generar actividades de debate van llevando progresivamente a que el grupo se conozca más y mejore progresivamente. No es una pérdida de tiempo, es una obligación pedagógica para el profesor de cualquier materia.

4- Objetivos colectivos: es muy complicado en cursos de bachillerato o a nivel Universitario tener en cuenta esto, pero no misión imposible. Si una nota grupal condiciona la individual la mayor parte se van a poner a trabajar. Como docentes no hay que olvidarse que los objetivos colectivos parten de la consecución de individuales. Yo siempre les digo a mis alumnos que enseño para todos, trabajo para que todos puedan conseguir su objetivo. La semana pasada propuse hacer un diccionario colaborativo en google drive con las palabras clave de los cuatro primeros temas de química. Cada equipo de alumnos hace las definiciones de las palabras clave de un tema. Hay dos notas: una de grupo y una de clase completa, de diccionario completo trabajado por todos los grupos y el valor es un 10%. Con estas condiciones y objetivos colectivos... ¿a quién no le interesa repasar y crear definiciones de química?.Si no les convence del todo basta con exponer la utilidad y el sentido de la tarea. ¿Habéis pensado que si está bien hecho tenéis un material para repasar los contenidos teóricos de la asignatura a final de curso?. La cuestión es que entiendan que la simbiosis (ganar-ganar) es lo que la selección natural ha propiciado en la naturaleza. Por algo será.

5- Confianza: Uno de los temas más complicados en la empresa pero también en el aula. En mi experiencia conseguir que los alumnos visiten tu despacho para comentarte todo lo que les atormenta y lo que necesitan de ti es complicado pero hay principios básicos para que los estudiantes confíen en tí. 
  • a) Sé tu mismo como docente desde el primer día (no hagas teatro, es de novato y se dan cuenta enseguida...), aunque nos les gustes al principio es más fácil que a largo plazo te acaben aceptando.
  • b) Cumple lo dicho. Esto es clave. Si dices que vas a hacer algo de una manera no lo cambies a no ser por casusa mayor.
  • c) Habla con tus alumnos, pregúntales y dialoga. Nosotros como docentes tenemos la última palabra pero si tienen posibilidad de participar en las decisiones confiarán en tí (fechas de exámenes, ritmo de contenidos....).
  • d) La más importante, no descuides interesarte por sus vidas personales. No les gusta que te metas en ellas pero sí que los tengas presentes. Si han estado enfermos y vuelven al aula  pregúntales cómo se encuentran, lo mismo en relación a sus familiares. Se trata de ser educado sin entrometerse.
6- Ofrecer feedback: Va en relación con la confianza. Es como la calidad aplicada al aula. El lenguaje verbal pueda engañarte pero el no verbal delata. Si quieres que tus alumnos saquen lo mejor de sí mismos y de la clase pregúntales qué les ha parecido una actividad que has diseñado. Esta es la parte más dura. No todos los profesores están preparados para escuchar críticas. Pero si los estudiantes las dicen con educación y tú las escuchas estarás potenciando su confianza. No pasa nada por diseñar una actividad ilusionante y que luego no tenga el éxito que esperabas. Recuerda que enseñas para otros y que son ellos los que tienen que recibir el máximo beneficio. Dialoga, dialoga y dialoga. Eso te llevará a la mejora continua y no caer en la mediocridad.

7- Mentoring. Una definición que me gusta es:el ofrecimiento de consejos, información o guía que hace una persona que tiene experiencia y habilidades en beneficio del desarrollo personal y profesional de otra persona. Si estás dando clase, utilizando TICs , siendo creativo, potenciando el talento pero no transmites consejos y experiencias vitales se pierde la esencia. Cada cierto tiempo habla a tus alumnos de la Universidad ( no de la tuya si no de la actual, infórmate si hace falta...), de tus primeras experiencias laborales, de la importancia de los idiomas, de consejos en la facultad para entrar en un departamento... Las personas jóvenes tienen que aprender por sí mismas, pero la información es poder, y tus alumnos te considerarán imprescindible si les nutres de riqueza personal y espiritual.

8- Crecimiento:La forma más adecuada de medir si estás consiguiendo lo mejor de tus alumnos, al igual que un líder con sus empleados es ver la evolución. Analizar si mejoran las notas, si se incrementa la madurez, si las preguntas que elaboran en el aula son más interesantes y si el ambiente de trabajo va a mejor son indicadores que puedes tener de referencia para ver si estás potenciando el talento de tus alumnos. Una recomendación: planifica el trabajo de tus alumnos en septiembre teniendo en cuenta las áreas de mejora del curso pasado, reflexiona en el ecuador y reajusta, finalmente mide y valora al final. Si es posible, con datos sobre la mesa.

Para finalizar una importante reflexión para los Colegios, institutos y cualquier Centro de formación. Todos queremos potenciar el talento pero también retenerlo. Es clave para una academia que sus alumnos no la abandonen  al poco tiempo de empezar ( a no ser qué el objetivo fuera aprobar una materia y ya se haya conseguido), que un instituto no pierda alumnos con el paso de los años y que la mayoría de sus alumnos sean mejores año tras año y estén satisfechos con crecimiento personal. Potenciar el talento es una manera de retener el talento, el alumno que se siente valorado y está motivado es difícil que abandone el barco para embarcarse en otro. ¿No crees?.

jueves, 21 de enero de 2016

Estilos de educación y aprendizaje. ¿Existe el mejor?

Os invito a leer esté artículo vinculado al siguiente enlace y posteriormente mi reflexión. Espero que os guste.

El colegio sin ordenadores ni pantallas donde estudian los hijos de los empleados de Silicon Valley

Después de varios años en el mundo formativo y educativo, leer este artículo no me sorprende tanto. Son muchos los métodos educativos altamente especializados  que han ido poniéndose de moda y a los cuales se ha ido incorporando los hijos de diversos perfiles familiares.



Suele ser habitual que como dice el refrán: "En casa del herrero cuchara de palo". Es por ello que no es de extrañar de padres que viven trabajando con la tecnología 24h al día conozcan sus beneficios pero también sus riesgos y que por ello tomen decisiones radicalmente opuestas a lo que ellos hacen cada día.

En este caso me atrevo a comentar que aquí hay dos cuestiones a reflexionar que pongo sobre la mesa y a las cuáles finalmente daré una opinión muy personal. 

  • La primera es la del uso de la tecnología en el aula y en el aprendizaje. ¿Cuándo empezar? ¿cómo hacerlo? ¿cuántas horas? ¿libros digitales? ¿de texto impreso? ¿es bueno o malo?, etc... y así podríamos seguir preguntándonos cosas que tienen una respuesta abierta y en la que según quién escriba nos dará una respuesta u otra.
  • La segunda es la de educar desde la disciplina, la tarea repetitiva, deberes intensos y objetivos o concretos o bien elegir la opción de la libertad en el niño, el disfrute a lo amable, el aprendizaje basado en el juego, la convivencia con los demás, el diálogo y todo desde un clima de no presión.

Si leemos la prensa y prestamos atención a los medios de comunicación parece que todo lo importante hoy en día es digital (marketing digital, móviles 4G, comercio electrónico, etc....) y al mismo tiempo los últimos estudios científicos en el área de neurociencia hacen hincapié en la importancia de dar pie a la creatividad e innovación en el aula y en las empresas, creando espacios que lleven a la relajación y sacar al máximo las inteligencias y múltiples virtudes de las personas.

De momento no digo ni que esté bien o mal lo anteriormente expuesto, solo digo que es lo que toca  ahora y lo que vende.Desde un coach, psicólogo, psicopedagogo, pediatra,psiquiatra, motivador, informático, consultor , y muchos más  que me dejo,  pueden dar un discurso de educación y aprendizaje hoy en día.

Vamos a ver: ¿Por qué no somos capaces de generar equilibrio? ¿No es combinable la lección magistral con el aprendizaje cooperativo? ¿tomar notas con tablets y con bolígrafo y papel para potenciar la memoria visual? ¿La tarea o ejercicio repetitivo con el aprendizaje basado en el juego? ¿ la inteligencia emocional y los valores con el fomento de la competitividad personal para superarse a sí mismo y prepararnos para el mundo laboral?.

Muchos de mis alumnos no van a trabajar en google, ni en empresas que tengan salas con sillones de colores donde echar la siesta y reposar para crear soluciones milagrosas a problemas, ni tendrán horario libre perfecto para compatibilizarlo con su vida familiar. Muchos de mis alumnos/as trabajarán muchísimas horas donde tengan que poner en práctica la fuerza de voluntad, donde tengan que tomar notas a mano en las reuniones (como toda la vida), donde tengan que acatar órdenes que no den pie al juego ni a la creatividad. Otros tendrán que preparar oposiciones con temarios densos y cerrados, ensayarán aburridos y tediosos exámenes tipo test para conseguir aprobar la oposición y pelear por ser los primeros, muy probablemente no harán el examen con el compañero de al lado  y tendrán que dar una respuesta basada exclusivamente en un proceso meramente memorístico.

Lo que quiero decir, para ir finalizando,  es que en un mundo tan complejo como el que vivimos no pongo en duda que los métodos de educación y formación especializados diferencien a las personas y puedan lograr sacar de ellas habilidades excepcionales. Si el camino recorrido por un alumno que haya desarrollado una "creatividad brutal" le permite poner en marcha estos procesos logrará ser una persona feliz y equilibrada pero el riesgo que corre es que por otra parte , el tener recursos y el saber adaptarse a todo tipo de situaciones también genera una potente ventaja competitiva en este mundo tan cambiante.

Cuantos más variados, exigentes, novedosos sean los procesos y experiencias de aprendizaje más capacidades o puertas abrimos hacia el exterior ( juegos, tablets, deberes, cuadernos, memorización...) en su justa medida todo lo anterior suma y los extremos generan un perfil tan especializado cuyo futuro genera un mar de dudas. Tan "malo" es un centro educativo que no manda ni trabaja con ningún libro de texto por decir que son incompletos y poco pedagógicos como aquel que solo cuenta con profesores que siguen los libros leyendo y subrayando al pie de la letra los textos con sus alumnos.

No seamos extremos, como bien me han dicho toda la vida mis padres y abuelos: "En el punto medio está el equilibrio hijo mío", y cada año que pasa pienso que tienen más razón.




domingo, 17 de enero de 2016

Y ahora ... ¿Qué debería estudiar?. Guía básica para toma de decisiones.

Esta reseña va dirigida a aquellos estudiantes que están haciendo dos difíciles cosas al mismo tiempo: la primera,  estudiar y prepararse de forma muy meticulosa para un presente y futuro inmediato; la segunda es que, al mismo tiempo que realizan la primera  comienzan a verse desbordados por una futura e inmediata decisión que tienen que tomar en breve: ¿qué voy a estudiar el año que viene? ¿y si me equivocó? ¿ y si no me entusiasma lo que elijo? ¿y si luego no tengo las suficientes oportunidades profesionales por el grado elegido?...



Por una parte podríamos pensar que es simple, ya que es algo que depende de lo que nuestra mente y corazón nos digan, pero por otra padres, profesores, medios de comunicación e influencia de compañeros hacen que se convierta en una de las decisiones más complicadas en la juventud temprana.

La razón principal por la que escribo este artículo es a raíz de que cada vez son más los alumnos que me piden una valoración y opinión que les ayude a tomar la decisión adecuada, eso como docente me encanta, pero además fue una pregunta en concreto la que me ha llevado dicha redacción. Sergio: Si volvieras a tener nuestra edad, sabiendo lo que sabes ahora, ¿volverías a estudiar lo mismo?.
Es una pregunta poderosísima ya que remueve tu interior completamente y la respuesta inmediata lamentablemente iba a ser un NO rotundo. Pero reflexionando mi respuesta, dándome unos segundos y pensando con la mayor "objetividad" posible lo que respondí fue un SÍ rotundo.

La experiencia que voy a contar es la mía y va asociada a una historia personal , por lo que es un dato más , una referencia sin más pero que puede ayudar a muchos a "acertar" con su decisión.

En mi época de estudiante durante el BUP y COU (de 3º de ESO a 2º de bachiller) me daba cuenta de varias cosas: me encantaban las asignaturas de ciencias (matemáticas, física, química y biología), no siempre obtenía buenas calificaciones pero me entretenían y motivaban. También prestaba mucha atención a los docentes que explicaban bien, no a los más creativos, ni divertidos, ni los que removían mi curiosidad sino aquellos que conseguían que entendiera la realidad , por lo que empecé a intuir que me gustaría convertirme en uno de esos profesores de ciencias de Colegio o Instituto. Un tercer factor era clave: mi pasión por comunicar, por transmitir información, por documentarme y por tener contacto con la gente joven, siempre sentía que en algún momento de mi vida querría volver al colegio, a mi colegio de toda la vida o a otro. 
Me sentía bien cuando explicaba cosas a los compañeros y cuando no entendía algo me rodeaba de los mejores para superarme, no para ser como ellos.

Cuando llegó el momento de decidir tenía claro que una carrera de ciencias, pero es verdad, que de las cuatro opciones la que más me entusiasmaba era biología, por que englobaba aspectos de todas y tenía un gran componente memorístico, cosa que a mi me hacía sentir seguro y cómodo.
Mis padres me dieron la oportunidad de estudiar la carrera deseada, y a pesar de que no era una carrera con muchísimas salidas profesionales dejaron que hiciera realidad mi sueño.Por sintetizar y no contar toda mi vida resumiré rápidamente los años siguientes: me encantó la carrera, me formé fuera de casa (lo que hizo madurar bastante), luché por hacer  realidad mi sueño de ser profesor ( y lo conseguí) y logré y he logrado  mantener la motivación viva en mi interior.

Ahora, después de varios años de experiencia, formación directiva, idiomas, de mi ámbito científico y experiencia laboral acumulada en un Centro educativo sí que es verdad que me han surgido nuevas inquietudes, y en algún momento me he planteado si el camino elegido y la tarea desarrollada es la correcta. La realidad que conoces nunca es como idea previa que había en tu mente,  la teoría universitaria, y el paso de los años hace que en tu vida haya factores que hagan que las prioridades puedan ir cambiando.
Es por ello, que dicha pregunta me desconcertó pero lo que si tengo claro, es que si volviera a tener 17 años otra vez volvería a elegir lo mismo, a hacer lo mismo, y por supuesto, nadie me aseguraría que el camino iba a ser el único o adecuado. Lo que sí que es cierto es que elegí no pensando en acertar, sólo elegí teniendo en cuenta los siguientes parámetros: lo que me gustaba y amaba por entonces, lo que podía (mentalmente y económicamente, por mis padres), lo que desarrollaba  o podría desarrollar parte de mis habilidades o puntos fuertes , en definitiva, lo que intuía que me podía hacer feliz.

Como una opinión no basta para ayudar a tomar una decisión, completo el artículo con un ligero libro que leí llamado "Iceberg a la vista", de Miguel A.Ariño y Pablo Maella. Con 9 sencillos y básicos consejos nos ayudan a tomar decisiones, los cito y los adapto sencillamente al contexto que comento.


  1. Preocúpate más por decidir bien más que por acertar. está claro que hay que ser estratégico pero no se puede hacer predicciones con 17 años de cómo va  a ser la sociedad dentro de 6-8 años, qué profesiones van a ser las más demandadas o mejor pagadas, etc. Elegir pensando en acertar en todo es un error, ya que no controlamos el entorno tan cambiante.
  2. Identifica claramente tus objetivos. tienes que sincerarte, ¿qué quieres con la elección?. Disponer de un abánico de posibilidades, trabajar en investigación, ganar dinero, trabajar en el exterior, buena reputación, emoción, seguridad...Haz una muy breve lista con tus tres mayores prioridades, eso te ayudará muchísimo.
  3. Plantea tus problemas de forma realista. Una cosa es lo que te gusta, lo que quieres, lo que más te motiva, etc. Otra muy clara es analizar el entorno, el contexto. ¿te apoya tu familia? ¿es viable? ¿puedes conseguir la calificación necesaria?. Sincerarse y conocer las limitaciones no es una carga, es una ayuda muy potente para acotar las posibilidades.
  4. No te autoengañes, es muy fácil hacerlo. No tomes decisiones por factores que no tengas claro. ejemplo: voy a estudiar empresariales, que tiene muchas salidas y aunque no me gusta mucho me acabaré motivando. En primer lugar, las salidas las buscan las personas con sus recursos, preocúpate de trabajarlos durante el grado Universitario y en segundo lugar,  las empresas seleccionan personas, con competencias y habilidades, siempre, siempre, siempre vas a tener que competir con otros por un hueco en la Universidad o por un puesto de trabajo.
  5. Reconoce la incertidumbre y gestiónala. Toda decisión hace que abras nuevas posibilidades y cierres puertas a otras opciones. Toda decisión tiene un futuro incierto, pero los nervios y ansiedad no pueden frenarte en la consecución de objetivos. Ejemplo: muchos estudiantes se están preguntando de forma constante si han elegido de forma adecuada en el bachiller o en la carrera, eso mismo frena su rendimiento más de lo que creen. Lucha y trabaja cuestionándote de vez en cuando, pero no a menudo.
  6. Se creativo y genera alternativas:  No te voy a engañar, ninguna decisión es perfecta. Si te das cuenta cuando has elegido un grado o carrera que tu opción es limitada abre el abanico. ejemplo: haz un segundo grado, trabaja en algún departamento de la Universidad para coger experiencia, realiza asignaturas de otros grados para completar tu formación, haz un máster de empresa si sientes que sólo con ciencias o humanidades  no tienes formación económica, etc. Tú vas elaborando un itinerario único.
  7. Ten en cuenta que tus decisiones tienen consecuencias: todas las decisiones tienen un efecto  colateral  que diseña nuestras vidas, tienes que saberlo.Cuando yo elegí estudiar fuera de casa perdí relación con amigos de mi ciudad pero es verdad que tengo amistades del resto de España que son maravillosas. Tienes que ser consciente que hay grados que llevan más carga teórica, otros más creativos y práctica, algunos tienen pocos alumnos y la relación profesor-alumno es muy familiar, algunos tienen entre más de 100 alumnos y son más impersonales...
  8. Lo que decidas ponlo en práctica. Una vez hayas entrado en el grado , carrera o formación profesional elegida tienes que aprovechar al máximo los recursos que te brindan dentro. Si hay posibilidad de hacer prácticas muy pronto  y te gusta la empresa, práctica cuanto antes, si hay posibilidad de ir a seminarios o trabajar en departamentos y te gusta investigar elige esa opción, si puedes formar parte de la toma de decisiones y te gusta el trato con la gente forma parte de algún grupo activo (ejemplo: Trabajo medioambiental en la Universidad), elige las asignaturas más atractivas, etc.
  9. Sé consciente de que todo no es racionalidad. Los nueve puntos anteriores no son únicos, ni perfectos, solo son una ayuda, un apoyo, un acompañamiento. Desde mi punto de vista pienso que hay que elegir con criterios lo más objetivos posibles y con cabeza, pero si el corazón, intuición y deseo interior no acompañan deberías de hacer otros planteamientos. 
Para concluir ten en cuenta una cosa, nada de lo que hagas es irremediabe o irreparable, esta decisión que vas a tomar en breve es muy importante pero no determinante. Hace poco más de 20 años había pocos grados a elegir y la trayectoria profesional de las personas era bastante lineal y ascendente si hacían las cosas bien, pero también es verdad que aunque no convivían con vuestra/nuestra incertidumbre actual había pocas posibilidades de salirse de la línea pre-trazada. No dudes que si por lo que sea no has acertado siempre estás a tiempo de cambiar y que, a veces,  gracias a una decisión no tan a acertada descubres algo que te entusiasma. Ahí está lo bonito de la vida. ¡Ánimo!








domingo, 3 de enero de 2016

Año nuevo, ¿estoy dispuesto a cambiar?...


Hace varias semanas que no escribía en mi blog, con tanta fiesta navideña y ajetreo profesional lo he ido dejando y para cuando te quieres dar cuenta han pasado casi dos meses, ¿lo podéis creer?. Pues sí, es fácil creerlo ya que  los estudiantes se plantean objetivos, hacer cosas nuevas (entre ellas puede ser un blog) pero cuando de repente analizas el por qué "te ha pillado el toro" te percatas que objetivos motivadores requieren de medios claros y voluntad férrea.Aquí reside el problema, no basta con ser un motivado o estar motivado, sino que lo más importante es analizar si el proceso que me lleva al objetivo es complejo o no.

Hoy en día existen herramientas de autoayuda que nos ayudan a promover el cambio, entre una de las más populares está el coaching. Se puede definir según la International Coach Federation como un proceso continuo de partenariado, que permite al cliente obtener resultados satisfactorios en su vida personal y profesional. A través del proceso de coaching, el cliente profundiza en sus conocimientos, mejora su rendimiento y revaloriza su calidad de vida. 

Es decir, que para el coaching se necesita un mentor, un coach que nos ayude a decubrir lo que realmente queremos. Quiero dejar claro que el coaching no es una ciencia, ni se basa en datos científicos, es una corriente que a modo de caso ha generado buenos resultados, siempre y cuando los profesionales que ejercen el coaching lo hagan con la mayor preparación y bagaje cultural posible. Por ello , las ideas que lanza son positivas y pueden servir a muchas personas a descubrir su camino pero no se basa en evidencias que sigan el método científico.

En este artículo, me voy a basar en una conferencia de  Anthony Robbins, coach profesional en la que lanza tres ideas claras de cómo gestionar el cambio para conseguir nuevos propósitos, si me baso en este vídeo es por que estoy bastante de acuerdo en la metodología y en su aplicación para estudiantes de cursos superiores.

1ª idea: Te enfocas y creas una visión atractiva de lo que quieres. Este aspecto, desde mi punto de vista es el clave. Lo que quieres, en realidad, significa  definir tu verdadero objetivo. ¿Qué quiere decir esto?. Si eres estudiante de 1º de bachillerato lo primero que tienes que tener claro es la razón por la cuál estás allí.  Cuando tengo tutorías con alumnos con regulares o malos resultados académicos  y les pregunto delante de sus padres por qué han elegido estudiar, algunos de ellos me contestan que no lo saben, o que es el camino que tocaba (esto es muy grave, ya que su percepción es que no lo han elegido ellos...), o para tener un buen trabajo, etc. Pero pocas veces contestan con claridad. Para responder con claridad es importante autoconocerse y para ello hay que hacer un esfuerzo de proyección personal , de cómo te verías dentro de 3-4 años y qué te motiva realmente hacer o conseguir. Cuando sigues generando preguntas algunos de ellos te responden que les encantaría hacer el grado  magisterio infantil, o que les motiva muchísimo el ejercicio físico y que se verían haciendo algo relacionado con el deporte, ¡eso es lo importante!, indagar en la verdad, por que si indago en la verdad tendré claro que los sacrificios que me toqué hacer tendrán algún sentido.
Si un estudiante no sabe a dónde se dirige difícilmente sabrá como recorrer un camino que no ha trazado y por lo tanto que no existe. Así que como consejo: a los padres que estéis leyendo este artículo dirigir vuestras preguntas con la intención de conocer las verdaderas motivaciones académicas y profesionales de vuestros hijos, no los redirijáis hacia las vuestras , ya que más temprano o más tarde lo acabaréis pagando, os lo aseguro.

Característica del objetivo que te propongas

2ª idea: Tienes que conseguir las mejores herramientas, consigue el mejor mapa. Por más motivación que tengas, si no tienes las herramientas, un mapa, un mentor, estas en problemas. Una vez que tienes claro lo que quieres debes crear una estrategia. Las estrategias académicas son claras: aprovechar al máximo los recursos del entorno. Preguntar, hablar y consultar a tus profesores siempre que lo necesites. Atender y tomar notas en clase. Crear un horario de trabajo en función de la dificultad de las asignaturas. Apoyarte y rodearte de los compañeros de clase más trabajadores y caminar junto a ellos, pedir ayuda en casa si la necesitas, buscar un sitio de estudio agradable, analizar el porqué los resultados académicos no son tan óptimos como esperabas, etc. Por lo tanto y en definitiva ponerte manos a la obra con un plan de acción. Y hora sí que no te voy a engañar, quién quiere algo algo le cuesta, eso quiere decir que en este segundo punto hay dos etapas: la primera detectar y planificar; la segunda ser constante, tenaz y esforzarse de forma continua. No te hagas falsas ilusiones, los objetivos se consiguen con estrategia y esfuerzo , algunos a corto plazo y otros a largo plazo.Por lo tanto si trabajas y te esfuerzas ten paciencia, todo llegará, créeme. 

3ªidea: Tienes que resolver tus conflictos internos. El 80% del éxito en cualquier cosa es psicología y el 20% es mecánico. Esta es la idea en la que estoy algo en desacuerdo, para mí 50% es psicología y 50% es mecánico. Lo mecánico lleva mucho trabajo y fuerza de voluntad, difiero de lo que opina Tin Robbins. Cuando hablo de resolver tus conflictos internos no quiere decir que estés "desequilibrado", solo quiere decir que sí tienes claro el punto 1 y 2 y no lo consigues hay algo que falla, y que probablemente esté dentro de tu interior. Existen herramientas sencillas y que te pueden ayudar a diagnosticar desequilibrios para conseguir tus objetivos. Por ejemplo si has obtenido malos o  regulares resultados  académicos y has realizado bien el punto 1 y 2 la cosa no mejora tienes que indagar en cómo está organizada tu vida y tu entorno personal. Supongamos que tocas un instrumento musical, que estás en 3º año de carrera y que te exigen más trabajo en el conservatorio, cuando te das cuenta, cómo tocar el instrumento te motiva  le dedicas sin querer más energía, estás más cansado y aunque has aumentado las horas de dedicación a los estudios del colegio el rendimiento sigue siendo bajo. Tienes un conflicto, te va  a pasar, tendrás que elegir. ¿Qué te compensa?.... ahí está el conflicto, tendrás que tomar una decisión y volver a plantearte la estrategia de nuevo.
Esta herramienta que te proporciono te puede ayudar, analizar tus prioridades siendo sincero, lo que se llama "rueda de la vida".

Como conclusión: si quieres año nuevo, vida nueva, eso es muy difícil. Pero si quieres año nuevo, objetivos nuevos plantéate pocos, defínelos bien, genera un plan y analiza el entorno, lo que te pueda potenciar y dificultar en conseguir tus metas.Y no olvides que sin fuerza de voluntad, esfuerzo y constancia lo anterior se queda en sueños e ilusiones.¡Feliz y próspero 2016!




Bibliografía:
  • http://ocw.unican.es/ciencias-de-la-salud/desarrollo-de-habilidades-y-competencias-a-traves
  • https://www.youtube.com/watch?v=N_vW_VLFo3s