Darwin

Las especies que sobreviven no son las más fuertes, ni las más inteligentes; sino aquellas que se adaptan mejor al cambio.

viernes, 14 de abril de 2017

¿Educación para el siglo XXI?

Llevo más de doce años en esta profesión y evidentemente, aunque me siento joven y con mucho que aprender de otros, tengo ya claras algunas cosas, sobre todo porque la sociedad, a pesar de evolucionar en algunos aspectos, en otros sigue siendo tal y como era antaño.

Hoy en día, por suerte o desgracia, la educación está de moda. Que algo esté de moda es positivo, porque por una parte, permite llevar a la reflexión algunas prácticas que podrían estar anticuadas y además, las opiniones de todos son válidas y a partir de ellas siempre se puede llegar a conclusiones más fiables.

Uno de los problemas que tienen las modas, es el hecho de que todas quieren llegar al consumidor, y por tanto, lo que al final pretenden es vender un producto, analizar si es bueno, malo o regular es otra cuestión, pero lo que es obvio es que al final, de la tarta todos quieren sacar partido tomando con o sin permiso su ración de pastel.



En el siguiente artículo no pretendo montar o desmontar nada, solo pretendo llevar a la reflexión algunos aspectos que actualmente estamos escuchando todos, docentes, familias, alumnos y por supuesto, el resto de la sociedad. Nombraré algunas de las ideas que forman parte de nuestro entorno actualmente, en conferencias educativas, medios de comunicación o libros procedentes del mundo de la empresa y "adaptados" al ámbito educativo. 

Cada uno, a partir de ahí, que piense lo que quiera. Finalmente, haré una breve conclusión aportando mi experiencia personal.

1º "La escuela debería ser un lugar donde se aprendan y pongan en práctica conocimientos útiles para el día a día".
Uno de los mayores debates que llevo escuchando tiempo es qué conocimientos, asignaturas y  competencias son las adecuadas para una correcta formación del alumnado. Si le preguntamos a un cocinero nos dirá que cocinar es importante y que podría ser una asignatura, lo mismo hará un jardinero, un físico, un químico, un escultor, un licenciado en INEF, etc.  Todo podría formar parte del saber de un alumno. En mi caso pienso que, todos los saberes son igual de prescindibles que imprescindibles, pero la cuestión es:  ¿qué saberes prácticos podemos aprender fuera de la escuela de una forma experiencial y acompañados de los demás, familia, amigos y sociedad? y ¿qué saberes son técnicos , ilustrados, profundos y generadores de verdadero espíritu crítico  que deberíamos aprender realmente en la escuela? A mi muchos de los conocimientos útiles del día a día los aprendí fuera del colegio, en la calle, en la montaña, en campamentos, con mis padres y abuelos, en la plaza del pueblo ...

2º "Hay que preparar a los alumnos a lo que verdaderamente están demandando las empresas del siglo XXI". 
¿Y qué demandan las empresas del siglo XXI?, conocimientos en economía, trabajo en equipo, idiomas, inteligencia emocional, creatividad, coaching, desarrollo personal, gestión de tiempo, resiliencia, etc... Podríamos seguir la eterna lista  y me preguntó: ¿si tenemos que enseñar todas esas cosas, dónde queda el conocimiento o saber ilustrado que pueda trasmitir el profesor al alumno¿ ¿dónde queda la puntualidad, la organización personal, el esfuerzo, la constancia, el estudio? y todas esas cosas, que han llevado a muchos de nuestros empresarios  y científicos más exitosos a llegar donde están hoy en día. 
No dudo de que lo primero hay que tenerlo también  en el punto de mira, es decir, no perder de vista nunca el mundo donde vivimos, pero la escuela, en nuestra primera etapa de nuestras vidas, nos puede aportar algo único que a posteriori, sí que es más difícil por uno mismo de adquirir a partir de cierta edad.

3º "Hoy el profesor debe ser un mediador y el alumno es el verdadero protagonista del proceso de aprendizaje".
No pongo en duda de que la información, el conocimiento y el saber tiene tendencia al infinito (ejemplo: BigData) , ningún docente por muy preparado que esté podrá transmitir por medio de una lección magistral todo el saber que está disponible en internet o en las bibliotecas con textos de papel.
Hay que enseñar a los alumnos a seleccionar, buscar información, hacerles sentir partícipes de su proceso de aprendizaje, por supuesto, pero a mi juicio, nada es más enriquecedor que alguien, que sabe más que tú a  nivel global de una temática, que criba, selecciona la información y prepara una clase para ti con toda la profesionalidad del mundo. 
Eso tiene un valor infinito, porque esa clase bien dada, puede ser catalizadora de unas ganas increíbles, mediante las cuales un alumno desarrolle una vocación académica o profesional. Tener buenos docentes que preparan, saben y comunican, siguen estudiando y leyendo bien, es garantía de adquisición de un saber culto, que muy pocos textos en la red nos van a dar.
El docente tiene que generar en el alumno ganas y ganas de incrementar su conocimiento intelectual, porque del conocimiento, del trabajo personal y profundización  surge el espíritu crítico y no al revés. 

4º "Hoy el aprendizaje es gamificado, divertido, creativo y motivador para los alumnos".
Tratar de que todo lo que se genera en el aula sea agradable, motivador y creativo es un sueño utópico al que todos los docentes deberíamos de aspirar.
Me pregunto: ¿a todos los alumnos les motiva lo mismo?, ¿a todos les gusta aprender de la misma manera?, ¿aprendemos los adultos y trabajamos siempre  jugando? ¿es divertido, motivador y creativo todo lo que se realiza en cada una de las profesiones que existen en el planeta tierra?.
Si le preguntáramos  a Rafa Nadal o cualquier deportista que ha alcanzado el éxito, si cuando pega 1000 veces es mismo golpe de revés para perfeccionarlo acaba siendo divertido, ¿qué crees que nos contestaría?

Para ir finalizando, gracias a Dios todo evoluciona, cambia, progresa y permite que actualmente, podamos hacer cosas en el aula que hace años eran muy complicadas, pero no olvidemos lo siguiente: generar un entorno "burbuja" donde nuestros alumnos e hijos piensen que todo o casi todo es favorable, se acompañe de ocio y creatividad puede generar un efecto contrario: dejar en segundo lugar valores clásicos , que a mi modo de ver siguen siendo más necesarios que nunca y en segundo lugar, hacer creer, sin quererlo, a nuestros alumnos e hijos que la sociedad y sus profesiones gozarán de todas esas características. Por lo tanto, recomiendo avanzar y adaptarse al presente y futuro inmediato, pero no olvidar aspectos imprescindibles de aula aunque formen parte de un pasado no tan lejano.

En el siguiente artículo adjunto se profundiza más en este fenómeno, recomiendo su lectura para una posterior reflexión personal.






No hay comentarios:

Publicar un comentario